Como bien digo en el título, las copias chinas que muchas veces imitan a los topes de gama de las grandes marcas pueden salirnos más caras de lo que nos pensamos. Y con esto no me estoy refiriendo a dispositivos de marcas chinas como Meizu, Oppo o Mi. Me he decidido a escribir este artículo porque esta mañana he estado en una tienda donde vendían terminales de este tipo, con la sorpresa de que los precios eran mucho más elevados de lo que cabría esperar.

Terminales con unas especificaciones mucho peores a los gama media más conocidos, como el Moto G o el bq Aquaris E5, se venden por unos precios que van desde los 160 hasta los 230 euros. Es decir, que por el mismo precio que podrías adquirir alguno de estos conocidos dispositivos te están vendiendo un terminal con unas prestaciones muy limitadas, con una nula posibilidad de actualización del sistema operativo y además, y lo más importante, sin ningún tipo de garantía fiable.

Por eso lo que os recomiendo es que no compréis terminales de imitación chinos y que os aseguréis muy bien de lo que realmente estáis comprando. Por el precio que cuesta uno de estos terminales podéis adquirir dispositivos con un rendimiento mucho mayor y una garantía que os de la seguridad de que la compañía va a responder.

Y vosotros, ¿qué opináis? ¿habéis comprado alguna vez uno de estos móviles de imitación? ¿qué resultado os han dado? ¡Dejadnos vuestras respuestas en los comentarios!