Recientemente decidí cambiar mi antiguo Sony Xperia Z. Estaba prácticamente decidido a cambiarlo por el Xperia Z5 Premium, pero después de ver el Galaxy S7 edge y los resultados que obtenía en todos los ámbitos, estaba claro que tenía que cambiar de idea. Y os puedo asegurar que no puedo estar más contento. Así que os voy a contar cómo ha sido mi cambio y mi experiencia con el terminal tras un mes con él.

Diseño edge

Si por algo destaca este terminal es por su pantalla. Ella le confiere un diseño distinto, único y personal, por ello es uno de los elementos más destacables en él al igual que en sus otros 3 hermanos edge. Como ya sabéis, el S7 edge tiene unas dimensiones de 150,9 x 72,6 x 7,7 mm. Es grande, sí. He pasado de un terminal de 5 pulgadas a otro de 5,5 pero la verdad que no me ha sido difícil adaptarme a ello. Los inmensos marcos que tiene el Xperia Z hace que el mayor tamaño de pantalla del S7 edge no se note apenas. Además, debido a la pantalla edge, podríamos decir que el S7 edge no tiene apenas marcos laterales. Lo poco que tiene es el marco de aluminio que, entre la curvatura de la pantalla y la parte trasera, hace que acabe como en una punta redondeada. Este ínfimo marco a veces resulta molesto, ya que hasta que nos acostumbremos a ello a veces pulsaremos sin querer la pantalla. Es algo leve que en cuanto pasemos un pequeño periodo de adaptación no nos pasará más.

Como anteriormente he dicho, el marco que tiene es de aluminio. Es resistente, pero como se os caiga se van a quedar las marcas. Ya os podéis imaginar por qué lo sé 😅. Siguiendo con el diseño, ya sabréis que es unibody y la parte trasera de cristal. Vais a pasar mucho, mucho tiempo limpiando el terminal. No hay huella que no se quede marcada. Incluso en los marcos superior a inferior delanteros se quedan las huellas y… No lo hace feo, pero no querremos tener el móvil con esas marcas. Muy probablemente que en el color negro no se noten tanto como en el gold platinum. Por cierto, este último color, según nos de la luz será dorado o plateado como podréis ver en las imágenes del terminal, de ahí el «gold platinum». Por último, una de las mejores características, si no la mejor, del diseño del Galaxy S7 edge – o S7 normal -: la resistencia al agua. Si no fuese por esta característica, no me hubiese comprado el terminal. Ya sabéis que el Xperia Z fue el primer terminal resistente al agua, no quería perder este plus de protección.

Hardware

Procesador

Dependiendo de la versión del terminal que adquiramos, tendremos el procesador Exynos 8990 o el Snapdragon 820. Para concretar más, la versión con el Snapdragon es exclusiva de EEUU. Y por si no lo sabíais, Qualcomm es estadounidense. La versión que adquirí es la europea, por lo que el Exynos es el que reina y controla todo. Esto junto con los 4 GB de memoria RAM nos dará el mejor rendimiento que podamos esperar e imaginar. En mi opinión, con la cantidad de software adicional que tiene TouchWiz – como la multiventana -, no se me ocurre un terminal mejor en el que exprimir toda la potencia.

No voy a decir que el smartphone rinde, porque siendo el terminal que es se sobre entiende. La memoria RAM LPDDR4 también ayuda, así como la memoria interna UFS 2.0. Estos dos elementos son una gran ayuda para que apenas tarde una décima de segundo en abrirse cualquier aplicación. Creo que debe ser el siguiente paso en mejora de rendimiento que se incluya en todos los terminales.

Pantalla

Continuando con el hardware, vamos a seguir con la magnífica pantalla. ¡De 10! La pantalla no tiene otra calificación. Ya sabéis cómo se manejan los paneles AMOLED, con colores saturados – pero bonitos – y unos negros alucinantes. Si a ello le sumamos el alto brillo que tiene la pantalla, el Galaxy S7 edge no encontrará rival en este apartado. En la calle a plena luz del sol no he necesitado más brillo del que tiene, podremos ver todo sin tener que forzar la vista o hacernos sombra con la mano. Incluso el sensor de luz ambiental gradúa muy bien el brillo, aunque de vez en cuando se vuelve un poco loco.

Y la curva… ¡Ay, la curva! En el Galaxy S7 edge ha adquirido más protagonismo y lo han dotado con más funcionalidades, pero siguen siendo añadidos de software que bien podría tener cualquier terminal sin la curva. Samsung nos dice que con el móvil pantalla a abajo se ilumina la zona edge para saber que tenemos alguna notificación, pero dado que no es muy pronunciada y que casi siempre estaremos a mayor altura que el móvil, no veremos gran cosa. En el Galaxy S6 edge la única función con la que empezó era la de mostrar contactos. En esta nueva versión se han añadido bastantes funciones más con el nombre de «Contenidos edge» y «Paneles edge«.

En Paneles edge tenemos por ejemplo «Apps edge«, que es una aplicación donde podremos poner accesos a las apps que usemos habitualmente. También tenemos otro tipo de aplicaciones edge que podremos instalar. Algunas de ellas son «Herramientas» que incluye una regla, brújula y linterna, el tiempo o un monitor de la memoria RAM usada, entre otros. En Paneles edge, con la pantalla bloqueada, si deslizamos el dedo por el borde de arriba abajo o de abajo a arriba en ambos sentidos, dependiendo de los paneles que hayamos añadido podremos ver las notificaciones que tengamos en el terminal y noticias de todo tipo. Incluso el podómetro para que llevemos la cuenta de nuestros pasos sin tener que desbloquear el terminal. Desde la aplicación Galaxy Apps podremos comprar multitud de aplicaciones para aprovechar esta característica. Eso sí, casi todas son de pago.

Cámara

Sin rival a día de hoy. Como sabéis, Samsung ha decidido no seguir con la batalla de los megapíxeles y ha reducido la resolución de su sensor principal de 16 a 12 Mpx. Eso sí, a pesar de tener menor resolución, el sensor sigue siendo del mismo tamaño, 1/2.5 pulgadas, lo que se traduce en píxeles más grandes y que captan más luz. Esto, sumado a la apertura focal F1.7 hace que el Galaxy S7 haga unas fotos muy buenas en condiciones de poca luminosidad. En las fotos que he realizado, parece que el sensor ve con más luz de lo que vemos nosotros. En cuanto a las fotografías en condiciones de luz favorable, sólo puedo decir que son sobresalientes. Además, la velocidad y precisión del enfoque nos va a ayudar mucho en la toma de fotografías. Samsung presume de la velocidad de enfoque y puede hacerlo.

El modo HDR también se comporta muy bien y nos ayuda a obtener imágenes muy buenas a contra luz. Os dejo 3 imágenes donde podéis ver cómo actúa el HDR.

Como podéis observar, si seleccionamos el HDR automático obtenemos más luminosidad, pero es excesivo en el foco de luz – la ventana en este caso -. Si lo ponemos en On, obtenemos algo menos de luminosidad pero el foco de luz no acaba quemando la imagen.

Otro apartado que me ha llamado mucho la atención es la estabilización de vídeo. He grabado varios vídeos con la bici y de hecho me estoy planteando el no comprarme una cámara deportiva y usar el propio móvil con un soporte para el manillar. Se siguen percibiendo pequeños vaivenes al pasar por baches y piedras, pero el estabilizador hace muy bien su trabajo. Si vamos caminando o por suelo liso con la bici no notaremos esos movimientos. Además, gracias a la posibilidad de grabar vídeos Full HD a 60 FPS, podremos obtener vídeos con mucha fluidez que nos dará más sensación de realismo.

En la cámara delantera se mantienen los 5 Mpx de la generación anterior, pero se aumenta la apertura focal hasta F1.7, igual que en el sensor principal. En este apartado, Samsung no se ha comido mucho la sesera. Si bien tenemos una buena apertura focal que nos ayudará a tener más luminosidad, el nivel de detalle es algo bajo dada la resolución. El usar la pantalla como flash ayuda bastante a aumentar el nivel de detalle y que sí podamos obtener una imagen con mayor calidad y nivel de detalle. Quizás en la próxima generación se decidan a ponerle un flash LED. Samsung tampoco se ha decidido a meter un sensor con mayor angular. Sin embargo, contamos con un modo de selfie panorámico, que no es más que el modo de barrido panorámico que contamos en la cámara principal en cualquier smartphone aplicado a la delantera. Una vez más, quizás para la próxima generación. En resumen, la cámara principal no es que haga malas fotos, en absoluto, pero se esperaba algo más dado el precio del terminal y la calidad de la cámara principal.

Audio

Empezando por los auriculares, no sé qué se le pasaba a Samsung por la cabeza a la hora de incluir esos tan incómodos auriculares. Me da la impresión de que es una batalla más con Apple por sacar auriculares con formas raras con la idea de innovar. Como sabréis, los earpods de Apple son unos auriculares que ni son los de botón de toda la vida ni unos auriculares intraurales. Pero, a diferencia de estos, los auriculares que incluye Samsung son verdaderamente incómodos, al menos para mí. Tienen muy buena calidad de sonido, me ha sorprendido gratamente en este apartado, pero en lo que a la comodidad se refiere dejan mucho que desear. En cuanto al altavoz del terminal, sólo puedo decir que me encanta. Vale, no tiene dos altavoces frontales y dependiendo de cómo agarremos el móvil a veces podemos taparle sin querer, pero tiene un volumen muy alto, claro y con muy buenos graves. De hecho, para evitar sustos mañaneros, el despertador lo tengo al volumen mínimo.

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Una función que me ha gustado mucho ha sido Adapt Sound, que calibra el sonido midiendo nuestro nivel auditivo. ¿Cómo es esto? Pues cuando iniciamos la medición, la aplicación va emitiendo pitidos en un auricular u otro y tendremos que indicar si lo escuchamos o no. El único pero que le encuentro es que lo más probable que esa configuración de sonido sólo sea para el usuario que la ha configurado. En cuanto otro usuario se ponga los auriculares y escuche la música, no la escuchará de la misma forma al no estar adaptada a su oído.

Batería

Aquí, si bien normalmente llego a final del día con un 20 o 30% de batería, es un apartado donde creo que podía dar un pelín más. Haciendo un uso intenso pensaba llegar al día siguiente con más o menos la mitad de la batería, pero no ha sido así. No estoy descontento, pero esperaba más. Con un uso muy, muy intenso con GPS, vídeo, grabación, fotos, RRSS y navegador he podido llegar al final del día haciendo 4:30 horas de pantalla, lo que no está nada mal. Si en clase o en el trabajo no cogéis el móvil y durante el día hacéis un uso normal, perfectamente podéis llegar a los 2 días de uso, pero si hacéis un uso algo más agresivo, os vais a tener que conformar con un día. Es cierto que si te vas a acostar teniendo un 30% de batería, vas a llegar sobradamente al día siguiente, pero vas a salir de casa y a media mañana necesitarás un enchufe. Yo, ante eso, prefiero cargarlo con un 30%, que además, como ya os comenté en otro artículo, es más aconsejable que cargarlo que con un 5%.

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Contamos con carga rápida para darle un chute de energía cuando más falta nos haga. Hace honor a su nombre, porque en una horita y poco podemos tener el móvil completamente cargado desde cero.

Sofware

Tenemos algunas novedades. Dejando a un lado el software que ya os he explicado de la pantalla edge, tenemos el modo Always On, que nos mantiene la pantalla encendida cuando el terminal está bloqueado para mostrar información como la hora, fecha, batería y las notificaciones de llamadas y SMS. Pero no os alarméis, al ser un panel AMOLED, sólo se encenderán los píxeles que se iluminen, por lo que el gasto de energía será mínimo. He comprobado el gasto de batería con el modo Always On activado y desactivado y no vais a notar gran diferencia. Este modo también nos permite elegir entre distintos tipos de relojes e incluir como una especie de fondo. No los he probado, pero los fondos gastarán algo más de batería al necesitar un mayor número de píxeles encendidos. Por contra, esta función no nos muestra notificaciones de Whatsapp, Twitter ni ninguna otra aplicación. Estaría bien que con una actualización Samsung dejara mostrar al menos las notificaciones de Whatsapp, Facebook y otras aplicaciones cotidianas. También tiene un modo de reloj de noche que no es más que el modo Always On situado en la pantalla edge. Este reloj de noche tiene un tamaño menor y su disposición es en horizontal, pero nos mostrará la misma información que el modo Always On.

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Para aprovechar la potencia del Galaxy S7 edge, Samsung lo ha dotado de la función Game Launcher, un servicio para videojuegos que nos permitirá grabar partidas y hacer capturas. Digamos que es como una red social en la que los usuarios pueden compartir sus partidas. Dentro de la aplicación, encontraremos vídeos de los juegos que tengamos instalados, así como los juegos más populares y vídeos de estos. Personalmente, no soy muy dado a los videojuegos en el smartphone, pero si queréis convertiros en unos youtubers de nivel, la aplicación os va a encantar. Podéis incluso grabar vuestra cara con la cámara frontal a la vez que se graba la partida que jugáis.

Conclusiones

Qué podemos decir del que será el terminal del año. Me encanta, tanto en diseño como en funcionalidad. Si bien la pantalla curva sigue siendo la pijotada, ésta va teniendo más protagonismo. Tampoco tenemos más opción si queremos un terminal de 5,5 pulgadas. Es eso o el Galaxy Note, el cual se rumorea que subirá hasta las 5,8 pulgadas. Ya cada uno que evalúe si le merece la pena el sobrecoste. Debido a la curvatura, por experiencia propia no os aconsejo los protectores de pantalla, ni de plástico ni de cristal templado. No se adhieren bien. Lo que sí veo fundamental es una funda de plástico. En Aliexpress las podéis encontrar en torno a 1 euro.

Tanto el Galaxy S7 como el Galaxy S7 edge son una compra acertada. Os aseguro que no os arrepentiréis. Bonito diseño, la mejor pantalla del mercado, una cámara de 10, buen sonido y un rendimiento exquisito. No se puede pedir más.