Mucho ha llovido desde aquellos años lúcidos donde Nokia no solo creaba móviles indestrutibles, sino también cables de carga que un servidor aún conserva -y utiliza – en el cajón de los recuerdos. Actualmente, y si comparamos con años anteriores, se fabrican cables de carga mediocres, sobre todo si hablamos de la famosa manzana mordida: Apple. Y es que dos cables oficiales de la misma han pasado por mis manos y dos cables han sido los que he tenido que tirar, no ocurriendo lo mismo en el caso de cables de otras marcas como Meizu, Samsung o Nokia.

Esta guía sólo es válida para aquellos cables que aún funcionen pero denote un mal estado (cubierta pelada o cobre desprendido).  En el caso de que no funcionen correcamente tendréis que recurrir a soldadores eléctricos, pero no es lo recomendable.

No en vano, hoy os traemos una guía que os será muy útil si vuestro cable aún funciona, aunque esté en mal estado. Sin más, pasemos a la acción.

Recurriendo a las chapuzas caseras

Como no queremos gastar ni un duro más en un cable nuevo y mucho menos en arreglar el actual, optaremos por una solución simple, gratuita y, sobre todo, chapucera. Para proceder con la guía necesitaremos una cinta aislante (de esas negras que todos tenemos por casa) y un alambre gordo y que cueste doblarse. Para los más duchos en el mundo de las chapuzas caseras, ya os imaginaréis el proceso, pero para los que no tengáis ni idea de qué vamos a hacer, un vídeo resolverá todas vuestras dudas:

Como habréis podido observar, es una solución muy simple pero muy útil: no sólo conseguiremos enderezar el cable dañado sino que evitaremos que el conector se acabe desprendiendo del mismo.

Y vosotros, ¿conocéis algún otro truco? Dejadnos en los comentarios vuestras soluciones.