Muchas veces, sobretodo si vivimos en un chalet con varias plantas, nos hemos encontrado con que el portátil o el móvil no nos coge bien la señal WiFi del router o que justo en la habitación donde queremos poner un equipo de sobremesa no tenemos conexión de RJ-45 para un cable Ethernet. Para este último caso puede ser una buena idea poner al PC una antena WiFi pero, por experiencia propia, en ocasiones la disposición de la vivienda, así como las paredes y tuberías, entorpecen y dificultan la señal que nos emite el router, siendo desesperante obtener una buena calidad de señal. Además, que donde esté una conexión por cable, que se quite el WiFi, por seguridad y por velocidad. Pero hay un gran desconocido que nos puede ser de gran ayuda. Éste es el PLC (Power Line Communications), que nos permitirá llevar nuestra conexión al punto que queramos.

¿Qué es el PLC y cómo funciona?

El PLC es un dispositivo que manda los datos de nuestra conexión de Internet por el cableado eléctrico. Podremos tener conexión sin necesidad de tirar largos cables de red por toda la casa u oficina. Poseen un filtro de frecuencia que lo que hace es dividir los datos y la señal eléctrica. En el mercado hay gran variedad de modelos, desde los más básicos con sólo un puerto Ethernet, suficiente para conectar el cable y mandar la señal, hasta con 3 o 4 puertos Ethernet, conexión WiFi para tener otro punto de acceso, enchufe para no perder el que usamos al conectar nuestro PLC y con diferentes velocidades de transmisión de datos – los podemos encontrar con velocidades de 200/500/600/1200 Mbps por cable y de 300 Mbps de transmisión inalámbrica. Obviamente, cuanto más completos y rápidos sean, más caros serán.

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Instalación

Para la instalación necesitaremos al menos dos dispositivos PLC – siempre de la misma marca para poder emparejarlos -. Para que se entienda mejor, uno actuará de emisor y otro de receptor. El primero lo colocaremos a continuación del router – será el que llamaremos «emisor», ya que mandará los datos por la red eléctrica -, conectándolo a él mediante un cable Ethernet que suele venir incluido con el aparato. Lo más aconsejable sería enchufarle directamente al enchufe de la pared, ya que si tenemos una regleta, como suele ser en muchos casos, en ésta se genera algo más de ruido eléctrico (interferencias) si tenemos varios aparatos conectados. Para estos casos son muy aconsejables los PLC con enchufe incorporado, ya que éste le conectamos al enchufe de pared y al PLC le conectamos la regleta para el resto de dispositivos, evitando que la señal de datos se vea afectada. Pero no os preocupéis, que sea lo más aconsejable no quiere decir que de la otra forma no vaya a funcionar. Simplemente tenedlo en cuenta si tenéis muy saturada la regleta, porque con un par de aparatos no vais a tener problemas.

Después de conectar nuestro «emisor», deberemos irnos al punto de la casa hasta donde queramos llevar nuestra conexión de Internet. Ahí es donde deberemos enchufar el otro PLC, es decir, el «receptor», que recibirá los datos enviados a través de la red eléctrica. Recordad el problema de la regleta, porque aquí lo más seguro es que sí tengamos varios aparatos conectados (PC, impresora, altavoces, monitor…). De ser así, conectar el PLC en el primer enchufe de la regleta – éste es el que está más cerca del cable -.

A continuación de esto deberemos sincronizar los PLC, una tarea muy sencilla. Ambos disponen de un botón de emparejamiento. Primero pulsaremos el que tenemos conectado al router y después de ello tendremos un par de minutos para pulsar el botón del PLC «receptor». Una vez hecho, sólo hay que esperar un minuto para que se realice el emparejamiento. Cuando haya terminado, conectamos nuestro PC al PLC receptor et… Voilà! Ya tendremos conexión a Internet en otro punto de la casa.

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Pero, ¿y qué hay de la conexión WiFi? Para esto tenemos dos opciones. Una es adquirir un PLC con WiFi, el cual sería el receptor y actuaría como punto de acceso al que nos conectaríamos como si fuese un router. Estos se venden también en packs. Podemos encontrar packs con uno simple y otro con WiFi, uno simples y dos WiFi… Pero también lo podemos comprar de forma individual, por si primero adquirimos una pareja simple y después decidimos comprar uno con WiFi. Y recordad, siempre de la misma marca como comentaba antes y con la misma velocidad de transmisión, de lo contrario desaprovecharemos la velocidad que nos ofrece el más rápido.

La otra opción que tenemos es colocar otro router a continuación del receptor. Muchos de nosotros tenemos algún router antiguo por casa de cuando estuvimos en otra compañía. Pues esos routers los podemos reutilizar para crear un punto de acceso WiFi nuevo que nos lleve la señal a sitios donde no la teníamos o era muy mala. Y si no hay ninguno por casa, siempre se puede comprar uno. Podemos encontrar routers sencillos que nos servirán de sobra para esto por unos 17 euros. Además, con otro router, a parte de tener otro punto de acceso WiFi, podremos conectar más aparatos como varios PCs, impresoras, videoconsolas etc.

Instalación de un router a un PLC como punto de acceso WiFi

Primero necesitamos configurar nuestro segundo router. Para ello deberemos dejar el PC sin conexión a Internet y conectarle al router con un cable Ethernet. Una vez hemos hecho esto, abrimos nuestro navegador favorito y escribimos en la barra de direcciones la puerta de enlace del router, también llamada dirección IP. Ésta siempre suele ser 192.168.1.1, aunque en ocasiones puede ser 192.168.0.1, y es esto mismo lo que deberemos escribir en la barra de direcciones del navegador. Cuando estemos ya en el router nos pedirá un usuario y una contraseña que deberemos introducir. Como norma general el usuario suele ser «admin», «administrador» o «1234» y la contraseña igual. Probad con ello que seguro que funciona. Si no lo conseguís, siempre se puede escribir en Google el modelo de router seguido de la palabra «contraseña». Los resultados que obtengamos nos pueden ayudar a conseguir estos datos para entrar en la configuración.

Una vez entramos en la configuración deberemos cambiar la puerta de enlace (192.168.1.1) por otra distinta. Modificaremos la última cifra y pondremos un número superior, como por ejemplo 192.168.1.2 o 192.168.0.2. Esto se hace para evitar conflictos entre este segundo router y el principal, ya que si tuvieran los dos la misma puerta de enlace chocarían entre sí y los demás aparatos no saben a cual conectarse. Después de cambiar la puerta de enlace debemos desactivar el DHCP. El DHCP es un protocolo que asigna las direcciones IP de forma automática a los dispositivos. Tiene que estar desactivado para también evitar conflictos, de lo contrario no tendremos conexión a Internet porque cada router reparte las direcciones IP que les parece bien. Una vez terminado, ahora sí conectamos el router secundario al PLC receptor para tener conexión a Internet.

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Inconvenientes y ventajas

El principal inconveniente que tienen los PLC es el precio. Para un kit básico de dos aparatos, en torno a 30 euros, no está nada mal. El problema viene cuando queremos adquirir un pack con WiFi, ya que esta característica hace que se eleve un poco el precio, siendo más asequible comprar un pack normal más un router para configurarle como punto de acceso. Además de que con el router tendremos más puertos Ethernet para conectar más dispositivos. Y no hablemos ya de si tenemos un router viejo por casa. Podemos ahorrarnos en torno a un 40% de esta forma. Pero bueno, si no os importa subir el precupuesto y queréis dejaros de configurar un router porque os pueda resultar complicado y lioso, siempre tenéis la opción del PLC con WiFi.

También, si tenemos una conexión de fibra óptica de 100 Mb por ejemplo, si queremos aprovechar al máximo la velocidad, los modelos básicos de 200 o 500 Mbps se nos quedarían algo cortos. Tendríamos que subir un escalón por encima y optar por modelos con mayor velocidad, con la consiguiente subida de precio.

Por otro lado tenemos el inconveniente de las interferencias. Como os comentaba, si tenéis muchos aparatos conectados en la regleta puede que causen ruido en la señal y perdáis algo de velocidad o incluso la conexión. Tened muy en cuenta esto a la hora de comprar un PLC con o sin enchufe incorporado por si tenéis muchos aparatos conectados y pensáis que podéis tener problemas al no tener dos enchufes en la pared cerca.

No son muchos los inconvenientes, pero tampoco penséis que las ventajas son numerosas. En realidad sólo es una, la posibilidad de llevar nuestra conexión de Internet a cualquier punto de la casa donde tengamos un enchufe, sin tener que tirar cables por toda la casa y hacer agujeros en las paredes. Pero es tal la ventaja que nos confiere que deja por los suelos a los inconvenientes que podamos tener.

Como anécdota personal, llevo utilizando los PLC desde hace casi 10 años. No podía conectar mi PC de sobremesa a Internet porque no tenía conexión Ethernet en la habitación y la disposición de la casa hacía que tener conexión con una antena WiFi fuese realmente difícil. Por aquel entonces no eran nada baratos los PLC, llegándome a costar 100 euros la pareja, los cuales no contaban ni con WiFi ni altas velocidades. Sólo un puerto Ethernet para el cable. Y aún así, su gran y única ventaja, pudo más que el precio que tenía, cuanto más a día de hoy que cuestan un tercio que hace una década.