Tras varios meses de uso como principal app de mensajería, he podido percibir y analizar las ventajas de Telegram sobre el resto de competidores del mercado. Una de las curiosidades que más me llamó la atención de ésta es su servicio de notificaciones, el cual se integra en la aplicación como un chat más. El mismo chat notifica en forma de mensajes cada vez que se ha iniciado sesión en otro dispositivo, así como los códigos de validación del mismo cuando nos pide que introduzcamos uno al iniciar la sesión.
Lo que quizás no sabíais es que podemos utilizar ese mismo chat -o cualquiera de nuestra lista de contactos- como servicio de intercambio de archivos, al permitir de forma nativa elementos de cualquier formato (1,5 Gb máximos por cada uno). Es tan simple como enviar el archivo que queramos a través de dicho chat o a nosotros mismos para, acto seguido, tenerlo disponible en todos los dispositivos en los que tengamos instalado Telegram. Además, la carga y descarga de archivos es bastante rápida, por lo que no debemos preocuparnos si el tamaño de éstos es más grande de lo habitual. Yo mismo, y casi todos mis compañeros de Bytelix, utilizamos este servicio para intercambiar el material de la web, como imágenes, vídeos y archivos .pdf, como podréis ver en las capturas.
Las ventajas respecto a los servicios de nube reales como Dropbox o Google Drive son su rápidez y sencillez de uso y la no limitación de espacio en cuanto a almacenamiento. No obstante, a diferencia de estos servicios, no podremos organizar los archivos por carpetas o directorios, y la subida está limitada a 1,5 Gb por cada uno. Sin embargo, recordemos que es una simple aplicación de mensajería, por lo que la misma no está orientada a estos fines, lo que no significa que no sea práctica para intercambiar algunos archivos que simplemente queramos tener en todos los dispositivos sin complicarnos la vida. ¡Otra excusa más para pasarte a Telegram!