Desde que el capitalismo se extendió a todos los países del mundo gracias, en parte, a la globalización, la publicidad en los distintos medios de comunicación para anunciar ciertos productos ha formado parte de nuestras vidas, así como los propios medios de comunicación. Si bien esto siempre ha dependido de la época en la que nos situemos, hoy en día podemos ver publicidad por doquier en cualquier medio, como es el caso de la televisión, la radio y, hasta hace relativamente poco, internet. Es en éste ultimo donde se han visto las campañas de publicidad más bizarras y extravagantes de la historia, y es que la libertad en cuanto a publicación de contenido se refiere en este medio nada tiene que ver con los antes mencionados – si obviamos los anuncios de Lolitas en las últimas páginas de los periódicos -. Sin embargo, esa misma libertad de publicación no exime a las empresas del cumplimiento de la ley, ni siquiera cuando estas mismas campañas se deben a un supuesto error informático.

El fraude masivo

Conocido es el afán de las empresas en estos últimos años por regalar algunos de sus productos en ciertas épocas del año. Otras, no obstante, optan por hacer una súper reducción del precio en sus productos estrella para llamar la atención del navegante y cliente potencial y afianzarlo para siguientes compras. A pesar de ser campañas de dudosa legalidad y moralidad, no deberían afectar a sus clientes si la transacción se realiza de forma correcta, con una recepción del efectivo por parte del cliente (si así lo exige la empresa) y del producto por parte de la empresa; el problema comienza cuando uno de estos dos determinantes no se efectúa de forma correcta. Si es la parte compradora la que no realiza el pago, el producto no se envía hasta que este mismo se haga efectivo, pero si es la parte vendedora la que no envía el producto aún habiéndose efectuado el pago, es cuando podría existir un fraude si este no se justifica por causas recogidas en los términos y condiciones del contrato de venta.

Por otro lado, esto no sería noticia si estos «errores» se produjeran de forma aislada y en contadas ocasiones. Sin embargo, en el último año se han conocido numerosos casos del estilo en empresas de gran envergadura mercantil, y todas seguían el mismo patrón. A modo de esquematización, podríamos dividir la maniobra fraudulenta en dos partes: por una parte, la ofertación del producto a coste cero o muy reducido y, por otra, la posterior cancelación del pedido por correo electrónico justificándose con errores informáticos de programación. PCComponentes, Amazon, Ebay, Sportium y, durante esta misma semana, Hawkers, son las empresas más dadas a realizar este tipo de fraudes.

La obtención fraudulenta de datos de clientes

hahkers

El caso más sonado sin duda ha sido este último, llegando a ser Trending Topic en Twitter con el hashtag #otroengañohawkers. Como las empresas antes mencionadas, Hawkers ofrecía una serie de gafas a coste cero acumulables en una cesta de compra. Incluso al efectuar el pago se mencionaba que como éstas estaban a coste cero no se necesitaba adjuntar ningún dato de pago, como tarjetas o cuentas de PayPal. Al día siguiente el correo electrónico de cancelación llegaba a los compradores alegando el motivo del error informático. Para más inri, ese mismo día se regalaron por Twitter las mismas gafas que el día anterior se ofertaron en la página web a través de interacciones con la cuenta de @HawkersCo en forma de «concurso improvisado».

A pesar de las diversas quejas por correo electrónico y Twitter, la empresa ha ofrecido un mínimo descuento en próximas compras a sus clientes afectados que para nada suplen las compras efectuadas. Además, durante esta semana han sido varios los correos de publicidad que han llegado a las cuentas de los mismos clientes de la empresa, haciéndonos pensar que esta misma campaña ha sido previamente calculada para obtener datos de usuarios de forma fraudulenta. Algunos de estos usuarios han pedido de forma inmediata que eliminen sus datos de las bases de datos de la empresa, adjuntando además una queja de los distintos organismos de protección al consumidor.

Capturas aportadas por los propios afectados.

Denunciad, siempre…

Como ya he dicho antes, ésta no es la única empresa que realiza este tipo de campañas fraudulentas. Además, todas siguen el mismo patrón de actuación. Este tipo de campañas nos hacen cuestionarnos la legalidad de las mismas, por lo tanto, si veis ofertas del estilo no dudéis en denunciarlas a la oficina del consumidor más cercana. Y vosotros, ¿habéis sufrido alguna de estas supuestas promociones? Dejádnoslas en los comentarios.