Hace poco se supo que el nuevo localizador para niños de LG, el LG KizOn, estaría disponible también para Europa y no solo en Asia. A raíz de esta información, y como padre preocupado por sus hijos, he estado pensando si este tipo de dispositivos es realmente lo que necesitamos.

Es cierto que un aparato de estas características puede resultar muy útil para localizar a un niño en caso de pérdida. Pero como padre, lo que más me preocupa es el caso de posibles secuestros. Como recientemente hemos podido comprobar con el célebre caso del pederasta de Ciudad Lineal, lamentablemente hay gente capaz de cualquier cosa. Y es en estos casos más peligrosos donde veo el mayor problema de este tipo de productos. Es evidente para lo que sirven y cualquier persona que actúe de mala fe puede quitárselo al niño antes de llevarlo a otro sitio. Donde se tendrían que estar diseñando productos que pasen desapercibidos y que parezcan una simple pulsera o colgante, se están haciendo armatostes que son obviamente identificables y por tanto fáciles de anular.

lg-kizon 2

Hay que partir de la base que vigilar a un niño y asegurase que no se extravía es labor de los padres. Hay casos en los que por un descuido y debido a una gran afluencia de gente nos podemos despistar. Seguro que todos hemos escuchado en un supermercado un anuncio por megafonía avisando de un niño perdido. Pero de nuevo el problema es el mismo, si nos encontramos con gente de buena fe, ayudarán al niño y tarde o temprano lo encontraremos, el localizador solo nos ahorrará tiempo. Pero si hablamos de gente con mala fe, tan fácil como quitar el localizador y tirarlo en un rincón.

Curiosamente una búsqueda en Google permite darse cuenta que todos los localizadores son de gran tamaño y cualquier persona podría saber sin duda alguna que es lo que el niño lleva colgando de la muñeca. Mi pregunta es, ¿es solo un problema de diseño? ¿No se pueden hacer objetos que a ojo parezcan incluso bisutería? Espero vuestras opiniones en los comentarios.