En estos momentos creo que prácticamente todo el mundo sabe lo que es Pokémon GO y el gran impacto que está teniendo en la sociedad. Un juego que lleva apenas unos días en el mercado ya es más popular que Tinder o el todo poderoso Twitter.

Como todos los fenómenos sociológicos tiene sus admiradores y sus detractores. Entre sus admiradores tenemos a visionarios que no han dudado en adaptarse a este cambio relámpago y usarlo para promover sus negocios, como podemos ver aquí, aquí o aquí.

También gente que alaba la capacidad de este juego de sacar a gente de su casa. Socializar, interactuar – aunque sea a través de una aplicación -. Esta historia de un niño autista me hizo soltar alguna lágrima.

Y después, dentro de los detractores, aparte de gente que pueda tener una opinión válida y fundamentada siempre encontramos a los apocalípticos. Aquellos que ven en cada cambio de la sociedad a uno de los cuatro jinetes del apocalipsis. Gente que cree que todo lo bueno ya pasó y que lo único que nos queda es irnos al carajo.

Como siempre, la prensa

En este tipo de situación la prensa siempre juega un papel fundamental y a lo largo de los años se ha visto una tendencia a culpabilizar a los videojuegos de los males de la sociedad. Porque como todo el mundo sabe antes del Tetris o el Space Invaders la sociedad era como un capítulo de los osos amorosos, donde todo el mundo se amaba y se quería y nada malo podía pasarte. Abundantes casos se han visto relacionando a GTA o Call Of Dutty con matanzas o actos violentos.

Y es en este punto donde me imagino a un periodista viendo la oleada de reacciones que ha provocado el videojuego y diciéndose: “Esto, esto no puede acabar bien, al final algo malo pasara. Ya verás, algo malo pasará”.  Y entonces alguien muere en Guatemala y se le enciende una bombilla con el siguiente titular:

Adolescente muerto mientras buscaba Pokémon

Aquí lo primero que te viene a la cabeza es alguien siendo atropellado o cayéndose a algún sitio. Quizás incluso siendo asaltado para robarle sus preciados Pokémon. Pero no, la realidad es que un adolescente salió por la noche de su casa, aparentemente para jugar a Pokémon Go, y fue acribillado en un callejón. Hasta 20 casquillos encontró la policía en el lugar de los hechos. Pero claro, lo mató Pokémon GO. Claro que sí, artista.

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Para ser conscientes del populismo del titular y darnos cuenta de que lo único que buscaba el periodista en este caso era la afluencia de lectores atraídos por la mención de Pokemon GO, vamos a hacer un pequeño ejercicio y decir que el adolescente en vez de salir a jugar a Pokémon GO, salió a por otra cosa:

  • A comprar unas Coca-Colas. Titular: “Adolescente muerto mientras iba a comprar Coca-Cola”
  • A salir a tomar algo con los amigos: “Adolescente muerto por salir a tomar algo con los amigos”
  • A su clase de karate: “Adolescente muerto al ir a sus clases de karate”

No tiene ningún sentido, ¿verdad? Algo grande está pasando con Pokémon GO. Tanta gente de diferentes edades y clases unidas por este vínculo. Seguramente estemos asistiendo en primera persona a un cambio de paradigma y la forma de entender los videojuegos y su interacción con el mundo real.

No obstante…

No nos dejemos llevar por el populismo. Las novedades siempre son recibidas con un halo de rechazo y suspicacia. Pero hay que saber ser coherentes, sobre todo cuando se presupone eres periodista y de un medio serio. Después algunos sabios se preguntan cómo los blogs y “aficionados” han tomado el sitio a los medios tradicionales.

Disfrutad, vivid, haced lo que os gusta y os haga felices. Siempre habrá alguien que os diga que no podéis, o no tenéis derecho o eso no está bien. Ahí está la gracia.

PD: No he descargado ni jugado a Pokémon GO por el momento.