Si hay algo en lo que peca Android es en el consumo de la batería. Esto se debe en parte a que su multitarea real deja funcionando aplicaciones en segundo plano que se nos olvidó cerrar o que simplemente se ejecutan al iniciar el sistema. Si eres un usuario hard en Android, seguro que has probado decenas de Task Killer, que aseguran cerrar esas aplicaciones desde el inicio, augurando así un menor consumo de la batería. Pero también seguro que no has notado ninguna mejoría, y es que la mayoría de estas aplicaciones no sirven para nada. Tras esto, quizás te has preguntado como habiendo terminales cada vez más potentes en el mercado, sigue existiendo este problema en Android, dado que el procesador y la RAM podrían gestionar las aplicaciones de una forma más eficiente. Hoy propongo algo que quizá no te habías planteado, ¿por qué no reducir la potencia de la CPU y de la GPU para reducir el consumo de batería?

Exacto, como los usuarios de PC denominarían ‘underclocking‘ 0 ‘downclocking‘. Es un simple proceso en el que reducimos la velocidad del procesador, sacrificando algo de rendimiento para aumentar la duración de la batería. Mas al contrario que en PC o Mac, donde cambiar los voltajes y las frecuencias de la CPU era algo tedioso, en Android este proceso se nos agiliza con la aplicación Antutu CPU Master Pro, siendo por supuesto, usuarios Root.

Esta aplicación, además de permitirnos cambiar las frecuencias y los voltajes de la CPU y la GPU, nos permite establecer perfiles para según qué situación. Por ejemplo, cuando el teléfono disponga de poca batería, establecer una cierta frecuencia, o si tenemos el terminal en reposo, otra muy distinta, optimizando así al máximo la duración de la batería.

Para mostrar el funcionamiento de esta app, he preparado un vídeo, donde podréis ver el fácil uso de la misma, además de descargar la aplicación (de pago) de forma gratuita a través de un servidor. (Acceder al vídeo en YouTube para ver el enlace de la app)

Como habéis podido apreciar, el funcionamiento es muy sencillo y no sacrificamos nada de rendimiento en el sistema, excepto claro está, en juegos y apps que requieran mayor potencia. Además no supone ningún riesgo para la vida del procesador, si bien no lo ‘overclockeamos’ a frecuencias mayores de la permitida, por lo que nunca recomiendo bajar de 800Mhz máximos, ni subir de lo permitido en tu procesador (en mi caso, 1200Mhz). Aunque si vuestro procesador es un quad-core, o incluso octa-core, podréis reducir a 500Mhz sin sacrificar demasiado rendimiento.

Fuente

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