Toca analizar el nuevo dispositivo de la familia Nexus de Google, un smartphone que puede gustar mucho o no gustar nada sobre todo por su gran tamaño. Eso sí, tan gran tamaño también va acompañado de unas especificaciones punteras con las que el sistema operativo de la piruleta volará.

Estética

Como he comentado al principio, estamos ante un dispositivo muy grande, con unas medidas de 159 mm de alto, 83 mm de ancho y 10 mm de grosor en el centro de la curvatura. A esto le acompaña un peso de 184 gramos, lo que lo convierte en un smartphone bastante pesado, al menos si nos fijamos únicamente en los números. Y digo esto porque al tenerlo en la mano no da la sensación de que pese mucho, si no más bien lo contrario, se siente bastante ligero y cómodo.

El diseño es parecido al del Moto X, algo que a mi personalmente no me gusta por un motivo. La parte trasera es curva, lo que hace que la estabilidad al dejarlo en una superficie plana sea mala y sea difícil utilizarlo. Esto puede parecer exagerado, pero es un problema que si estás acostumbrado a utilizar el móvil apoyado en la mesa te sacará de quicio. Por otro lado, los bordes metálicos sientan bien en la mano y favorecen ese aspecto premium que tanto nos gusta, pero la trasera resta puntos a la estética debido a su facilidad para ensuciarse.

Pantalla

La pantalla acompaña al gran tamaño del dispositivo con 5,96 pulgadas y resolución QuadHD, es decir, 2560 x 1440 píxeles, lo que resulta en una densidad de 493 ppi. La tecnología utilizada es AMOLED, y aunque se ve bien, en condiciones de mucha luminosidad como cuando estamos en la calle no se comporta tan bien como cabría esperar, notándose la pantalla demasiado oscura. También presenta problemas cuando el brillo desciende demasiado, mostrando unos colores rosados que empañan la calidad del panel. Aun así, pese a no ser excelente, la pantalla se ve bien y el hecho de ser AMOLED ayuda a conseguir una mayor autonomía, sobre todo si configuramos un poco el dispositivo para mostrar fondos negros en las aplicaciones.

Audio

En esta ocasión nos llevamos una alegría, y es que contamos con dos altavoces estéreo frontales que ofrecen un buen sonido y un volumen suficientemente alto, al contrario que en el Moto X, que como ya comentamos en nuestro análisis, solo contaba con un altavoz pese a tener dos ranuras frontales. El conjunto de altavoces y pantalla hace que consumir multimedia sea uno de sus puntos fuertes.

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Cámara

Para la cámara contamos con un sensor de 13 MP con flash led dual, estabilización óptica de vídeo y grabación en 4K. Estas especificaciones ofrecen una buena calidad de imagen, aunque no excelente. En condiciones de poca luminosidad he podido notar como mi Nexus 5 obtenía mejores resultados que el nuevo gama alta de Google. A continuación os dejo algunas imágenes para que podáis comprobarlo con algunos ejemplos.

Rendimiento

En este apartado de nuevo no tenemos sorpresas, encontramos un procesador Qualcomm Snapdragon 805 de 4 núcleos a 2,7 GHz y una GPU Adreno 420, todo esto acompañado por 3 GB de memoria RAM y dos opciones de almacenamiento de 32 GB y 64 GB. Como no podía ser de otra forma, el rendimiento es excelente gracias tanto a al hardware puntero como a Android Lollipop, que ayuda a mostrar esa fluidez general que lo caracteriza.

En cuanto a conectividad, encontramos lo típico en esta gama de dispositivos como puede ser 4G LTE y chip NFC. Lo más destacable podría ser el Bluetooth 4.1, que ofrece mejoras sobre todo en el consumo de energía con respecto a su anterior versión.

Autonomía

Por último terminamos con el punto que más me ha gustado del Nexus 6, su batería de 3220 mAh. Pese al uso intensivo que le he dado, he conseguido llegar al final del día sin ningún problema, incluso con batería de sobra. Esto es algo impensable con mi Nexus 5, que a duras penas me llega a hacer más de 2 horas de pantalla, mientras que con el Nexus 6 he llegado fácilmente a las 6 horas. Además, si nos preocupamos de configurar el dispositivo para utilizar fondos negros, lo cual apagará pixeles de la pantalla, conseguiremos aumentar aun más la vida de la batería.

Y antes de terminar, comentar que también contamos con carga inalámbrica y carga rápida, que según Google nos permite alcanzar 6 horas de uso con tan solo 15 minutos de carga. Esto es algo que sin duda depende del uso que le demos al dispositivo en ese momento, pero tras probarlo he de decir que el sistema funciona y que la carga es mucho más rápida que con cargadores convencionales.

Conclusiones

Tras dos semanas de uso no he conseguido acostumbrarme del todo al gran tamaño del dispositivo. Se hace muy incómodo utilizarlo con una mano, a veces incluso casi imposible de llegar a algunas zonas de la pantalla. Tampoco he conseguido superar el balanceo del dispositivo cuando está apoyado en una superficie plana, algo que me pone muy nervioso. Por último, el nivel de brillo de la pantalla no es tan elevado como debiera para poder utilizarla sin problemas a la luz del Sol.

Pero no todo es malo, el Nexus 6 me ha gustado mucho por su rendimiento, la gran capacidad de la batería y la nitidez y tipo de la pantalla. Pese a todo, si tuviera que elegir me quedaría con mi Nexus 5 por el tamaño, aunque eso sí, si pudiera le haría un transplante de batería para conseguir llegar al final del día sin estar atado a baterías externas ni enchufes.